Historias del día a día: pequeños hábitos que marcan la diferencia en el pie diabético

Cuidar el pie diabético no siempre significa grandes esfuerzos médicos, muchas veces la clave está en los hábitos cotidianos. Pequeños gestos, como secar bien los espacios entre los dedos después de la ducha o revisar la planta del pie con ayuda de un espejo, pueden prevenir complicaciones serias que inician con detalles mínimos.

Algo tan simple como elegir las medias correctas también marca la diferencia. Evitar costuras gruesas, materiales ásperos o demasiado ajustados ayuda a proteger la piel de rozaduras innecesarias. Incluso caminar dentro de casa con calzado adecuado en lugar de andar descalzo es un hábito que reduce riesgos de heridas invisibles.

En Casa Salvador creemos que el bienestar empieza con pasos seguros. Por eso, nuestros zapatos están diseñados pensando en quienes necesitan comodidad, soporte y protección en su día a día. Si vives con diabetes, recuerda que la prevención comienza en tus rutinas más sencillas… y en el calzado que te acompaña.

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