El verano y el calor nos invitan a disfrutar al aire libre, pero para quienes viven con linfedema, esta época puede presentar algunos desafíos. El linfedema, que es causado por la acumulación de líquido linfático, puede verse agravado por el calor, provocando mayor incomodidad y pesadez. El ejercicio físico es un gran aliado para controlar el linfedema, incluso en verano.
Beneficios del ejercicio para el linfedema:
Mejora la circulación linfática: El movimiento ayuda a bombear el líquido linfático, reduciendo la hinchazón y la sensación de pesadez.
Fortalece los músculos: Los músculos actúan como una bomba natural para el sistema linfático, por lo que fortalecerlos ayuda a mejorar el drenaje linfático.
Aumenta la flexibilidad: El ejercicio ayuda a mantener la flexibilidad y el rango de movimiento, lo que es fundamental para prevenir la rigidez y el dolor.
Reduce el estrés: El estrés puede empeorar el linfedema, y el ejercicio es una excelente forma de liberar tensiones y mejorar el bienestar emocional.
Recuerda que siempre es importante consultar con tu médico o fisioterapeuta antes de iniciar cualquier programa de ejercicios, especialmente si tienes linfedema.
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