LINFEDEMA
SISTEMA LINFÁTICO
Nuestro cuerpo tiene una red de órganos compuesta por ganglios linfáticos, conductos y vasos linfáticos, llamada sistema linfático. Éste forma parte del sistema inmune y es fundamental para mantener el cuerpo sano.
El sistema linfático tiene 2 funciones:
1.
Defensa:
Defender el cuerpo de todos los elementos extraños, como virus, bacterias, células cancerígenas, polución, alérgenos, etc.
Por ejemplo, cuando te resfrías se te inflaman los ganglios en el cuello, pues éstos están trabajando para prevenir que la infección se extienda a otras zonas del cuerpo.
2.
Limpieza:
Moviliza y transporta los desecho de las células, para expulsarlos fuera del organismo.
Las células del cuerpo son una fábrica que trabaja 24 horas, y como toda fábrica, bota diferentes tipos de basura. Uno de los encargados de limpiar estos escombros es el sistema linfático.
El sistema linfático funciona haciendo circular líquido linfático (linfa) por todo el organismo, recogiendo las bacterias, virus y sustancias de desecho. El sistema linfático transporta este líquido y las sustancias dañinas a través de los vasos linfáticos, hacia los ganglios. Allí, los residuos son identificados por los linfocitos (células que luchan contra las infecciones y que se asientan en los ganglios linfáticos) para su eliminación. Los ganglios linfáticos están ubicados a lo largo de la red de vasos linfáticos en todo el cuerpo, formando racimos, principalmente a nivel de la axila, la pelvis, el cuello, el abdomen y la ingle.
Cuando el sistema linfático no funciona de manera apropiada aparece el linfedema, es decir, la acumulación de residuos y líquidos en la zona afectada. A la vez se afectan las defensas de esa zona, lo que predispone a infecciones de la piel agravando la enfermedad.
Cuando el sistema linfático funciona como debe, la linfa circula por el cuerpo y es devuelta al torrente sanguíneo por vía venosa.