Puede que hayas escuchado hablar del pie diabético, pero ¿sabes realmente qué es esta condición? Hoy veremos, en palabras simples, qué es el pie diabético, sus causas y características. Entender esta condición te ayudará a evitar su progresión, ya sea que tú o algún familiar la padezca.
El pie diabético es una complicación derivada de la diabetes. Se produce a causa de altos niveles de glucosa (azúcar) no controlados durante el tiempo, en personas con diabetes. Las alteraciones metabólicas que se producen por los altos niveles de azúcar en la sangre provocan un daño progresivo en nervios y vasos sanguíneos de los pies, lo que origina lesiones, deformaciones y alteraciones funcionales que en conjunto se denomina “pie diabético”.
Es de origen multifactorial y es considerada como una de las complicaciones crónicas de mayor morbilidad en las personas con diabetes, que puede llegar a afectar a un 50% de ellos. El pie diabético corresponde a la primera causa de amputaciones mayores de origen no traumático. Las personas diabéticas presentan un riesgo 10 veces mayor respecto a la población general de requerir una amputación.
En general, tenemos dos grandes causas del pie diabético, asociadas a un mal control de la diabetes en personas que la padecen:
Neuropatía Diabética: La diabetes puede afectar los nervios periféricos, causando pérdida de sensibilidad en los pies. Es común que las personas puedan tener lesiones pequeñas, cortes, o incluso ahora en temporada de calor, al caminar descalzos, no percibir el calor del suelo y sufrir una quemadura. Estas lesiones, que pueden pasar desapercibidas, luego pueden significar una complicación mayor.
Alteraciones Vasculares: La diabetes también puede dañar los vasos sanguíneos, reduciendo el flujo de sangre a los pies. Esto dificulta la curación de heridas y aumenta el riesgo de infecciones.
Algunas características del pie diabético son:
Cambios en piel y uñas: La piel puede tener apariencia más seca, agrietada, con hiperqueratosis (los conocidos “callos”). Las uñas pueden cambiar en su forma y predisponer a que se encarnen. Es importante si tu o algún familiar tienen diagnóstico de diabetes, acudir de forma regular a un podólogo. Este profesional te ayudará a mantener el cuidado de tus pies, previniendo complicaciones.
Cambios morfológicos en pies: Puedes notar que los pies empiezan a cambiar su forma. Los dedos pueden colocarse en forma de garra o martillo, deformidad que produce que los dedos estén encogidos, alterando la marcha y produciendo puntos de presión excesiva que predispone a tener heridas y úlceras.
Heridas y úlceras persistentes: Son frecuentes a causa de la hiperqueratosis y los cambios morfológicos en el pie. A menudo se pueden notar heridas que tardan en cicatrizar, esto debido a la afección vascular. Es esencial buscar atención médica temprana. Muchas veces no notamos la complejidad de la úlcera a simple vista, y para su resolución es necesario un equipo médico especializado.
Recuerda, si tu o un familiar tuyo tiene diabetes, debes mantener controles periódicos para prevenir complicaciones. Además, debes estar atento a los signos y síntomas de pie diabético como lo son los cambios de coloración de la piel de los pies, cambios de sensibilidad o presencia de dolor, cambios en la morfología del pie, presencia de lesiones cutáneas, por pequeñas que sean, uñas encarnadas, entre otros. Ante cualquiera de estos signos o síntomas debes consultar con un especialista.
En nuestras próximas entradas de pie diabético conocerás las medidas de prevención y cómo escoger un calzado adecuado.
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