Linfedema: ¿Cómo Reconocerlo?
- soporteti43
- 1 may
- 2 Min. de lectura
El linfedema es una condición crónica que ocurre cuando el sistema linfático no puede drenar correctamente los fluidos, causando hinchazón persistente, generalmente en brazos o piernas. Aunque puede desarrollarse gradualmente, reconocer sus síntomas tempranos es crucial para manejar sus efectos. Uno de los signos más evidentes es la hinchazón asimétrica en una extremidad, que no mejora con el reposo o la elevación de la zona afectada. Además, la piel puede sentirse tensa o más gruesa de lo normal, y en algunos casos, aparecen hoyuelos al presionar la zona inflamada.

Otro indicador clave es la pesadez o molestia recurrente en la extremidad afectada. A diferencia de la hinchazón temporal por retención de líquidos, el linfedema empeora con el tiempo si no se trata. Algunas personas también experimentan infecciones cutáneas frecuentes (como celulitis) en la zona, debido a la acumulación de fluidos que debilitan las defensas naturales de la piel. La movilidad reducida o la sensación de rigidez son señales adicionales que merecen atención médica.
El linfedema puede ser primario o secundario, este último asociado a cirugías, radioterapia o infecciones que dañan los ganglios linfáticos. Personas que han superado un cáncer de mama, por ejemplo, tienen mayor riesgo de desarrollarlo en el brazo del lado tratado. Si notas que la hinchazón persiste por más de tres meses, o si va acompañada de enrojecimiento, calor localizado o dolor, es fundamental buscar evaluación profesional para descartar otras complicaciones.

El diagnóstico temprano marca la diferencia, así que no subestimes los síntomas. Si sospechas de su presencia, consulta a un especialista. Con el tratamiento adecuado, es posible mantener una buena calidad de vida y prevenir progresiones graves.
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